Este elemento básico de la persiana es fuente habitual de problemas. A menudo se rasgan o se rompen por completo debido a su uso diario.
Problema similar al anterior, en este caso en aquellas que emplean este elemento para accionar la persiana.
A menudo, un desajuste en el carril o en el sistema recogedor provoca que la persiana no se cierre o no se levante por completo.
Persianas torcidas: en muchos casos, es preciso atajar el problema de raíz, revisando especialmente los carriles para enderezar adecuadamente la persiana.
Tanto si es por cable como por radio, el motor puede verse dañado, en estos caso analizamos el problema e intentamos reparar el motor, aunque en caso necesario podemos realizar la sustitución.
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